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Vampiros emocionales: ¿Cómo reconocer personas tóxicas?

Están ahí fuera, con una máscara de personas normales hasta que se la quitan y revelan su verdadero rostro de depredador. No quieren tu sangre si no tu energía, doblegarte, romperte, humillarte y destruirte. Son los vampiros emocionales.

Tienen el poder de hacer todo eso y mucho más, de exasperarte, pero también de hipnotizarte, nublar tus sentidos y sentido común con falsas promesas hasta que te seducen con su hechizo.

Los vampiros emocionales primero te atraen y luego te vacían. Pueden ser cálidos y amistosos, incluso carismáticos, pero esconden otra cosa debajo de esa fachada. De hecho suelen parecer mejores personas que la gente ordinaria al principio, brillantes, encantadores. Te gustan, confías en ellos, esperas mas de ellos que de ninguna otra persona.

Al final te capturan en su red y recibes mucho menos de lo que esperabas. Les invitas a tu vida sin sospechar lo que dejarán en ella al marcharse, una terrible sensación de vacío y el corazón roto. Y cuando eso ocurra te preguntarás.. ¿Fué culpa mía o de el? Así son los vampiros emocionales.

Vampiros emocionales: Los 5 tipos de vampiros emocionales

Los vampiros emocionales, de manera intencionada o no, pueden hacer que nos sintamos deprimidos, superados por las circunstancias, enfadados, incluso destruirnos emocionalmente.

La realidad es que sin unos mecanismos y estrategias de autodefensa que los mantengan a raya, puedes acabar convirtiéndote en un delicioso plato para estos perversos manipuladores. Con el tiempo acabarás desarrollando comportamientos perniciosos para tu salud mental y física, cambios de humor, aislamiento, problemas alimenticios, de ansiedad, cansancio y falta de energía..

Así que vamos a ver que tipos de vampiro emocional te puedes encontrar, seguro que al leer las siguientes lineas reconoces a alguna persona de tu entorno. Los vampiros emocionales son legión y es muy difícil no conocer o haber conocido a alguno.

1. La persona pasivo-agresiva

Son expertos en adornar su hostilidad, expresan su odio o animadversión por ti con una sonrisa aunque hay algo en ellos que te deja claro que es completamente falsa. Son artistas del sarcasmo y la ironía, pueden llegar a ser terriblemente exasperantes y conseguir que perdamos los nervios.

Suelen tener muy baja autoestima generalmente, pero lo peor es que no expresan nunca lo que piensan y lo hacen a propósito para dejarte pensando y que te vuelvas loca o loco. Son las típicas personas que cuando les pasa algo y se les nota, les preguntas el qué pero te contestan que no les pasa nada. Pueden estar muy enfadados y dejárnoslo saber con detalles pero ponerse una coraza que te impida llegar al fondo de la cuestión. Se suelen hacer las víctimas y utilizan el sarcasmo para lanzar pequeños dardos e indirectas que nos duelen y dañan más que si nos dijeran a la cara las cosas.

La mejor manera de defenderse es tratar de mantenerse firme y tratar de hacer ver a esa persona como se sentiría si le hicieran lo mismo. Tener cerca a una persona así, especialmente si es pareja tuya, es promesa de muchas desavenencias y problemas. Es uno de los peores tipos de vampiros emocionales.

2. El narcisista

Son personas que creen que son el centro del universo, desean ser admirados y captar la atención de los demás. Se muestran como personas encantadoras, con carisma e inteligentes, hasta que sienten amenazado su estatus y entonces sacan las garras.

Son personas que pueden trabajar duro y ser muy creativas. Si hay sintonía entre vosotros y vuestros objetivos son los mismos, se puede esperar beneficio de vuestra cooperación, aunque siempre tratará de estar un peldaño por encima tuyo. Si vuestras necesidades y objetivos difieren o le haces competencia, prepárate, porque te golpeará con fuerza.

Son personas sin empatía, para ellos solo funciona el «yo primero», así que mostrarse enfadados con ellos, expresarles lo que pensamos o nuestras necesidades de una manera asertiva no les causa ningún efecto. No entienden lo que es el amor incondicional hacia otra persona, solo se quieren realmente a ellos mismos, solo ellos importan y si no te sometes a eso ni se lo demuestras, entonces crean el conflicto.

La mejor manera de defenderte de estos vampiros emocionales es aprovecharte de sus buenas cualidades, ser realista y no tener expectativas a nivel personal. Solo debes relacionarte cuando tengas intereses comunes y nunca dejar que te hagan sentir inferior o sufrir menosprecios.

3. El enfadado

Estos vampiros emocionales se pasan la vida acusando, atacando, humillando, criticando y creando conflictos. Son adictos al odio y a la rabia, les gusta pasarse la vida castigando a los demás con su actitud y comentarios. Son capaces de romperte en mil pedazos y destruirte psicológicamente si se lo permites. Imponen su criterio y voluntad creando peleas, conflictos y mostrándose constantemente enfadados por todo.

La mejor estrategia de autodefensa es proteger y fortalecer tu autoestima de manera que su rabia y sus ataques no te hagan perder la calma ni los papeles. Sepárate un poco, tomate tu tiempo, respira profundo y trata de mantenerte en equilibrio mental. Nunca respondas a no ser que te encuentres en esa situación de calma y sosiego.

Si lo consigues habrás conseguido desarmar a esa persona, no tendrá nada con lo que dañarte o drenar tus energías, ánimo ni voluntad. Te habrás fortalecido y hecho inmune a su influencia negativa. Además empezará a tomarte en consideración y podrás dejar claro cuales son tus puntos de vista, gustos y opiniones al respecto de cualquier tema sin que te machaquen por ello.

4. El mártir

Los mártires son los reyes y reinas del drama. Los puedes encontrar por todos lados. Saben como hacerte sentir mal por casi todo. Todo les pasa a ellos, todo les sale mal y quieren dejar claro lo infelices que son, hacerte partícipe de ello, a veces simplemente traspasándote parte de su negatividad, otras culpándote de sus desgracias. Continuamente están poniendo a prueba tu inseguridad y echando sal en las heridas.

La mejor autodefensa contra estas personas consiste en tratar de hacerles entender que no todo es negativo, que nadie es perfecto ni responsable de todo lo que le pasa. Pero sobre todo dejarles claro que la solución a sus males no es venir cada dos por tres donde ti a contarte lo que le pasa, ni a tratar de hacerte sentir mal por algo que no es tu problema realmente, mucho menos culpable. Recomendarle que analice la situación desde otra perspectiva o distancia, o incluso que llore a solas hasta que se le pase, para desahogarse, pero no tenerte a ti siempre de paño de lágrimas o de saco de boxeo para «descargar».

Si no entienden esto y son vampiros emocionales sin curación, lo mejor es dejarles a un lado y apartarte de su camino por el bien de tu propia salud mental. T

5. El envidioso

La clásica persona que mete la nariz donde no le llaman, les encanta hablar de otros a sus espaldas, tirar su reputación por los suelos y difundir rumores para perjudicar a otros. Todo el mundo a su alrededor es objetivo potencial de su menosprecio y candidato a ser humillado.

La mejor autodefensa cuando te conviertes en objetivo de un vampiro emocional es no preocuparse acerca de lo que este tipo de persona pueda decir sobre ti, no tomárselo como algo personal. La mejor respuesta a éste tipo de actitud es levantarse, dar la espalda e ignorar. El clásico «A palabras necias oídos sordos«.

Por otra parte, si estamos en un grupo donde existen vampiros emocionales que comienzan a hablar de terceras personas que no están presentes, lo mejor que puedes hacer es tratar de cambiar de tema o marcharte y no participar de esa conversación. Si no lo haces acabarás siendo arrastrado a un terreno donde te acabará pasando factura psicológica el participar de estas cosas.

También ayuda el dejarles claro que sabes lo que están haciendo y que no es correcto ni te gusta. Tanto si va dirigido hacia ti como a otra persona. Es complicado que te vayan a hacer caso, pero al menos dejas claro que no quieres ser partícipe de algo así ni eres como ellos.

En definitiva y a modo de resumen, los vampiros emocionales no son intrínsecamente malos, pero su inmadurez les hace actuar sin pensar si sus acciones son realmente buenas o malas. Se convierten en personas tóxicas, por lo que es muy importante que o les apartes de tu vida o establezcas barreras y límites. Debes hacerles saber en todo momento que no pueden sobrepasar esos límites, les tienes que confrontar cuando sea necesario y decirles las cosas claras, nunca dejarte pisar.

Sobre Isabel Raynaud

Hola, mi nombre es Isabel Raynaud. Por mis venas corre sangre española y francesa a partes iguales, soy psicóloga de profesión y experta en temas esotéricos por afición. Llevo muchos años estudiando y aprendiendo cosas de este mundillo y espero poder compartirlas con todos vosotros.

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