Mi nombre es Isabel Raynaud y como muchos y muchas sabéis soy vidente natural además de tarotista. Por vidente natural me refiero a que es algo que me viene de nacimiento, se manifestó en mi siendo muy niña y luego es algo que he cultivado y he desarrollado en la medida de lo posible estudiando y experimentando de muy diversas maneras. El don de la clarividencia tiene sus pros y sus contras. Hoy os hablaré de ambas cosas y os explicaré también cuales son los síntomas más habituales que suele experimentar alguien cuando dicho don hace acto de aparición en la vida de una persona.
El despertar de un vidente natural
Hay videntes naturales que desde que son niños muy pequeños son conscientes de sus habilidades y les resulta muy sencillo adaptarse a convivir con ellas, ese fue por ejemplo mi caso. Otras personas experimentan un despertar psíquico a edad más avanzada, en respuesta a algún factor desencadenante que suele ser alguno de los siguientes, aunque también puede haber otros, pero estos son los más frecuentes.
La pubertad
Los cambios hormonales y físicos que se producen durante la pubertad pueden ser el disparador para que la persona comience tener experiencias de clarividencia.
Una experiencia traumática
El vivir cosas que pueden marcar a uno, experiencias de tipo traumático que nos generan gran estrés, ansiedad y sensaciones similares es también otro posible factor desencadenante.
Un accidente o una experiencia cercana a la muerte
Con mucha frecuencia gente que sobrevive a un accidente grave o tiene una experiencia cercana a la muerte comienza a experimentar cosas así.
El nacimiento de un hijo
Conozco a más de una vidente natural que empezó a tener visiones y experiencias psíquicas tras el parto de uno de sus hijos. De nuevo una situación de mucho cambio fisiológico y hormonal, como ocurría con la pubertad.
Señales que pueden indicar un despertar de habilidades psíquicas y clarividencia
Habiendo dejado claro que vidente se nace pero es preciso pasar por una etapa de descubrimiento interior de esas habilidades, quiero hablaros un poco de las sensaciones, señales, síntomas o como le queramos llamar, que uno comienza a experimentar cuando esas habilidades comienzan a despertar en nosotros.
1. Sensación de hormigueo o presión.
Un síntoma o señal muy típico entre las personas que comienzan a tener experiencias clarividentes o a desarrollar cualidades relacionadas con la videncia es la sensación física de hormigueo o presión en la zona de la frente entre las dos cejas (lo que algunos llaman el tercer ojo). También en las sienes y en la nuca y coronilla de la cabeza puede ocurrir. Es muy sencillo darse cuenta de esto porque aunque lo describo como hormigueo o presión, realmente no se le parece a nada que hayas sentido antes ahí, en seguida te das cuenta que no es algo normal.
2. Mayor conexión con el mundo espiritual.
Un vidente natural puede tener una mayor conexión con todo lo que tiene que ver con el mundo espiritual, empezar a mostrar interés por cosas menos terrenales, sentir presencias a su alrededor o incluso escuchar voces y comunicarse con entidades espirituales.
3. Deseo de apartar de tu vida a las cosas y personas negativas.
La gente dotada de esta sensibilidad especial que trae la videncia natural comienza a sentir deseo de apartarse de las cosas negativas y de las personas que transmiten negatividad. El vidente natural se convierte en una persona empática capaz de sentir lo que los demás sienten a nivel emocional y físico por lo que nos afectan mucho los problemas y la negatividad del entorno, nos roban la energía. De manera inconsciente tendemos a evitar todo eso, lo hacemos sin darnos cuenta, igual que cualquier persona evitaría algo que le puede hacer daño o hacer sufrir. Es muy importante aprender a manejar esas sensaciones para que no nos dominen y entender que es algo que recibimos de fuera y no viene de dentro nuestro.
4. Mayor percepción sensorial a través de los sentidos tradicionales.
Es curioso, pero el vidente natural no solo experimenta un crecimiento de sus capacidades extrasensoriales, la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto también se desarrollan por encima de lo normal. A veces me llegan olores que nadie más puede percibir, a mi edad y a pesar del desgaste que tienen mis ojos todos los días todavía no necesito usar gafas y así ocurre con el resto de mis sentidos. Un ejemplo, ayer en una cafetería donde había muchísima gente y ruido me sorprendí al darme cuenta que me estaba enterando de la conversación que estaba teniendo una pareja al otro lado del local, discutían sobre los suegros de el en voz baja y yo los escuchaba como si estuvieran sentados a mi lado.
5. Tus sueños te dejan al despertar una sensación de haber sido demasiado reales.
Todos tenemos de vez en cuando algún sueño que al despertar nos deja sensaciones «extrañas» por su contenido o porque lo que vivimos en el sueño parece demasiado real. Sin embargo si ese tipo de sueños de repente son demasiado frecuentes, es un claro síntoma de clarividencia natural. El vidente natural casi siempre recuerda sus sueños y le dejan sensaciones de haber sido reales por muy raro que sea lo que aparece en el sueño.
6. Intuición exacerbada.
El vidente natural tiene una intuición muy desarrollada, es una persona muy intuitiva capaz de deducir cosas a partir de lo que observa, escucha o lee. Sin saber cómo ni por qué esa intuición te hace pensar que las cosas serán de una determinada manera, que pasará esto o lo otro, que alguien hace algo por tal o cual motivo y finalmente la realidad y los acontecimientos acaban confirmando como cierta esa intuición. Todos somos algo intuitivos, pero el vidente natural lo es mucho más.
7. Dolores de cabeza y sensación de fatiga.
Relacionado con lo que dije en el punto 3, una persona con capacidades de videncia natural es como una esponja capaz de absorber muchas cosas y esto tiene su parte mala también ya que afecta a nivel físico, sobre cuando se está en contacto con gente y cosas que aportan negatividad. Se suele traducir sobre todo en malestares de cuerpo, dolores de cabeza y sensación de cansancio físico. A veces estamos como que nos hubieran sacado toda la energía del cuerpo y sin ganas de hacer nada, solo descansar.
Si experimentas muchos de los síntomas descritos arriba es muy probable que en ti se estén despertando cualidades que estaban aletargadas y te harán dudar de si te estás volviendo loca. Un despertar psíquico siempre te hará sentir extraña, incómoda contigo misma pero que debes recibirlo con los brazos y la mente abiertas. En cierta manera me gusta compararlo con la adolescencia, es un proceso por el que has de pasar y que a algunos se nos hace más duro que a otros, pero en ningún caso debes tener miedo. Es algo natural que ya estaba en ti y no debes asustarte, yo lo veo como una bendición para mi y los que me rodean.
Si quieres contactar conmigo bien para explicarme tus propias experiencias, preguntarme acerca de tus sospechas sobre un posible despertar de habilidades psiquicas o para realizar cualquier otra consulta ya sabes que puedes utilizar mi formulario de contacto para hacerlo. Como vidente natural y experta tarotista también te invito a probar mis dones de forma gratuita, como explico aquí y aquí.